El duelo y el olvido
Uno de los aspectos más destacados del inconsciente es el mecanismo de la represión. Reprimir es existir, una represión ineficaz pero definitiva en la vida psíquica. Vida psíquica que justamente, en contra de cualquier modelo que destaque la pureza del ser, se caracteriza por sus innumerables fracasos e intentos fallidos más que sus éxitos. Definitivamente el sujeto debe aprender a dejar a tras sus dolores y asimilar sus fracasos. Huir de pensamientos que lo remitan a un pasado que no debería haber sido así. Lo que podía haber sido y nunca fue insiste como una injusticia de la vida. En este territorio tramposo, la energía psíquica queda atrapada en un sin sentido que subsume al sujeto en un letargo persistente, donde su presencia en el contexto social queda desdibujada o cargada de un resentimiento. El debería tener una vida mejor .Porque considera que no le tendrían que haber pasado tal o cual cosa, justo a él. Entonces ya sea por pensar en una determinación errónea del destino o por creer en una divinidad que lo perjudica el sujeto pierde su color su brillo y en muchos casos comienza a ser rechazado por su conducta ante la realidad.
El yo se queja o agrede con más frecuencia pensando que alguien quiere perjudicarlo o que hay otro que le robó su alegría.
El mecanismo de elaboración del duelo es imprescindible para la construcción del futuro.
Si bien tiene carácter inconsciente hay actitudes y reflexiones que son fundamentales en este proceso. Superar las perdidas, reconciliarse con lo que se puede y lo que uno ya no puede hacer, es el paso necesario para lograr más calidad en nuestros vínculos. Dejar atrás a los seres queridos que no están no es deshonrar su memoria, permitimos soportar nuestros fracasos es lo más humano que tenemos a mano para seguir a delante.
Cuando leía mi escrito me di cuenta que en ningún caso mencione a los exitosos. Esos individuos que ya sea por su posición social, o por logros económicos, piensan que realmente tienen un yo privilegiado.
Seguramente ese tema será motivo de otro escrito. Pero creo que los triunfadores compulsivos se encuentran con otras penurias más severas con respecto a lo efectivo aunque no todos lo registran…por ahora.
Los escritos son generalizaciones para crear paisajes y promover pensamientos, la realidad síquica es infinita al igual que la situación de cada sujeto.