Tecnología y Psicología
En los últimos tiempos la irrupción de las nuevas tecnologías conmueve la cotidianidad de las urbe.
El sujeto muestra su intelecto demostrando estar informado y conectado. Pero para muchos es difícil pensar que un hombre informado de copetes y titulares, lejos está de ser un hombre sabio.
Vemos en la actualidad como se despliegan grandes cultos a los objetos de consumo, estos llenan las brillantes carteleras del mundo colmando nuestra mirada .
Las compunción tiene eco social, adiciones y patologías alimentarías denuncian las crisis interiores.
La ausencia de afecto y de palabras se expresan en un cuerpo mudo. En cada consumo compulsivo poco a poco, el consumidor queda consumido, reducido a un simple objeto del otro y de si mismo.
Una nueva realidad se hace presente y voltea los mitos del siglo XXI, los contactos no son siempre un tesoro. En la intimidad de la pantalla alguien puede tener cientos de contacto en su Pc y a la vez estar profundamente solo.
Otro fenómeno para pensarnos es el del texto, “uno es de lo que habla” “uno es de lo que escribe y borra al escribir”.
Los textos cortos de los mensajes de textos resuelven situaciones complejas en ausencia de sentido y metáfora, casi sin afecto un amor culmina con un msm con un Chat.
El territorio de seres anónimos se extiende. Nic, apodos y fantasías viajan por la red.
El des-vínculo se apropia de aquellos que se lanzan a la comodidad de su egoísmo
Los espacios y los tiempos sufren la abreviación de los celulares y las PC.
Las nuevas tecnología en comunicación nos someten a situaciones no vividas por otras generaciones, alguien puede no contestar una llamada, pero ya no puede, no estar.
Todo se localiza, todos podemos ser encontrados.
Los que están cerca pueden estar a miles de kilómetros de silencio y los que están lejos pueden simular su presencia.
Estas breves reflexiones intentan ayudar a pensar a la comunicación en función de un sujeto que modifica sus relaciones y hábitos junto con el crecimiento tecnológico.
Este escrito no pretende de ninguna manera de demonizar nuestros avances, sino reflexionar sobre sus usos y humanizar los objetos de comunicación de tal forma que lleven nuestra marca subjetiva. Donde en esta relación objetos de comunicación y sujetos, prevalezca la presencia de un sujetos deseante, que busca relacionarse con otros para enriquecer su pasaje por la vida.
Por oteo lado y en el rol que me cabe en esta historia les pregunto a ustedes
¿Es posible el trabajo terapéutico online?
¿Las consultas psicológicas online pueden aliviar los síntomas?
¿Puede ser para útil alguien conocer de psicología para la vida cotidiana?
¿Un analista puede mantener un trabajo ético online?
La nuevas tecnologías deben significar un paso al crecimiento subjetivo, una herramienta para que el sujeto llene su existencia con palabras. Palabras que marque las huellas de su historia sin temor a su deseo.
Los profesionales que trabajamos en forma online a sabiendas de la complejidad de la realidad debemos actuar bajo la ética de la clínica, dando la alternativa de consultas en línea a pacientes que eligen esta modalidad debido a su realidad o necesidades.
Desde mi experiencia clínica puedo afirmar que las consultas online son un mecanismo terapéutico que pueden proporcionar la satisfacción, y resolución de conflictos interiores, que pueden brindar palabras y reflexiones donde solo hay silencios y síntomas.
Gustavo Filippi
Psicólogo matricula 2288