Un pensador decía que si bien  la historia se escribe sin cesar, existe un momento especial en ella donde se crean los iconos.

Esos iconos son lugares de la memoria que sirven para recordar hechos, tragedias y virtudes de la raza humana. Estos emblemas históricos  están unidos a los grandes hombre, a los hombres de hierro. Gigantes que escriben su obra y nos dejan sus huellas para la posteridad.

Sin duda entre estos ilustres hombres, surge el nombre de Alejandro Magno, gran conquistador y fabuloso estratega. Bravo guerrero, líder de ejércitos, amo del mundo antiguo.

Hombre de hierro que nos recuerda el espíritu de lucha.

Otro gigante de la historia filosófica de la humanidad, resulta ser Platón, su pensamiento acerca del hombre enriquece la mirada que hoy tenemos de nosotros mismos.

Platón es nuestro hombre de hierro que nos recuerda la potencia de la inteligencia humana.

Por último llega la genialidad sin igual de Miguel Ángel, el ángel del arte.

Sus obras vuelan en los techos de la capilla Sixtina, su legado se muestra como el símbolo indiscutible de la religión católica. El David erguido, glorioso y soberbio expresa la estirpe de la victoria.

Miguel Ángel,  es nuestro hombre de hierro que nos recuerda la fortaleza del arte.

Hombres de hierro, hombres cargados de bravura inteligencia y belleza.

Hombres fascinados por el hombre, hombres enamorados de otros hombres, hombres homosexuales, iconos de nuestra sociedad.

Entonces pensando en ellos y otros tantos

¿A usted que le parece?

¿Le parece que la homosexualidad es una enfermedad?

¿Un defecto?

¿Una disminución del pensamiento?

Y por último... reflexione antes de contestar.