Textos para pensar y luego pensar-se .... Reflexiones inconscientes que facilitan analizar el afecto con los otro semejantes. Reflexiones que le dan sentido al porque del miedo y ayudan a repensar el fracaso, el del des-amor. Un contacto con nuestros sueños, un puente con el deseo mas inconsciente que habita en nuestro interior. No dudes en participar de esta experiencia. filippigustavo@hotmail.com
Palabras inconcientes  
 
  Enrique Pichon-Rivière 19-04-2024 17:02 (UTC)
   
 




Enrique Pichon-Ri
vière

Enrique Pichon-Rivière (Ginebra, 25 de junio de 1907 – 16 de julio de 1977) fue un médico psiquiatra argentino nacido en Suiza, considerado uno de los introductores del psicoanálisis en Argentina y generador de la teoría de grupo conocida como grupo operativo, herramienta de suma importancia en la Psicología social.

En la década de los años 40 se convirtió en uno de los miembros fundadores de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y en la década de los 50 participó en la creación de la Primera Escuela Privada de Psicología Social y del Instituto Argentino de Estudios Sociales (IADES). La originalidad de su teoría se basa en la visión dialéctica del funcionamiento de los grupos y de la relación entre la dialéctica, la homeostasis y la cibernética.

El camino de Enrique Pichón Riviere:

 El desafío de la Psicología Social

por Alfredo Grande y Gregorio Kazi

¿Por qué sostenemos la necesidad de transmitir la Psicología Social en la Universidad Popular de las Madresde Plaza de Mayo?.
La imaginación utópica y la concreción de sueños libertarios, sostenidos en el marco histórico social por las Madres, nos desafío a relanzar juntos un proyecto práctico conceptual transformador.

Tal propuesta se inscribe en la cultura ético política construída, de manera continua, por las Madres en tanto valores antagónicos a la perversidad de los actores de la hegemonía cristalizada en distintos estratos de poder. Visualizamos que otro de los eslabones del proceso de reproducción alienada de un modelo social productor de sufrimiento lo aportan los dispositivos institucionales de transmisión académica (Escuela, Universidad, Foros, etc.). Allí también se disciplina a los sujetos histórico sociales, bajo el proceso de vigilancia-castigo-control social, para que se adapten pasivamente a las normas patológicas que legitiman a la sociedad de la violencia, la explotación y exclusión de vastos sectores colectivos. Tal programa hegemónico no es posible sin mutilar las referencias histórico sociales de los sujetos, destituir a la memoria construída junto al otro, abolir la solidaridad amenazando con eternas y reeditadas impunidades con las que se unge a los torturadores de los que son tipificados como "distintos". La retracción del sujeto al individualismo extremo pontificándose la indiferencia hacia el otro, es uno de los efectos del terrorismo económico que surge de la ideología neoliberal encarnada en el Estado argentino. Ello es un correlato evidente del Terrorismo de Estado genocida.

Estas cuestiones fundamentales nos guiaron a la decisión de retrabajar con énfasis el legado vivo de Enrique Pichón Riviere, quien fuera pionero de la Psicología Social tanto en nuestro país como en el mundo. La afirmación individualista-competitiva de la existencia a través del consumir consumo ("consumo,soy") es enfrentada por aprender a transformar en lo grupal. Cada miembro de un grupo es pertinente en función al otro semejante con el que se comunica e intercambia buscando des-alienarse. La construcción pichoniana se apoya en el método dialéctico materialista y su realización práctico conceptual tiene como eje la interacción de los sujetos orientada al cambio social planificado. Ello es un objetivo primario para cualquiera que no haya claudicado de la vida dado que, como bien lo señalara Enrique Pichón Riviere, "lo morbígeno es la sociedad". Para posibilitar tal aspiración es necesario rebelarse contra los paradigmas científicos hegemónicos que imponen un "pensamiento único" construyendo una epistemología convergente en tanto producción científica correlativa al ejercicio operativo de prácticas de liberación. Si partimos de este esquema conceptual referencial y operativo ya no es aplicable la disociación entre los saberes, los discursos y las prácticas.

El compromiso con la tarea grupal incluye de forma central la gestación de la conciencia crítica del sujeto social que se transforma transformando el mundo en el que está inserto. Esta propuesta supone siempre al sujeto "en situación", indicando que tal dimensión, escamoteada por la ciencia funcional a la hegemonia, es fundante de la existencia humana, dado que todo ser es esencialmente un ser social. Reconocido este principio, nuestra atención se desliza hacia la sociedad que habitamos, su devenir histórico, cultural, político, económico, sus dinamismos de producción, intercambio, distribución y consumo. Sin simplificar la complejidad de tales dinamismos y su incidencia m{ultiple en la subjetividad no es posible desmentir que la sociedad capitalista destroza todo aquello no asimilable a la fetichización de la mercancía, la acumulación de plusvalor, la sustracción del lucro, transmutando la vitalidad del ser social en la fatalización del individuo aislado. En tal contexto interpretamos a la Psicología Social como promotora de agentes de cambio cuya pertinencia se efectúa en la transformación profunda de la esterotipía, la adaptación pasiva de los sujetos a todo aquello que impide el desarrollo pleno de la existencia, los obstáculos a la creatividad en cuanto expresión emancipatoria del sujeto. El proceso creador en el contexto grupal apuntala el movimiento no individual de ejercicio concreto y cotidiano de la innovación crítica permanente. Trabajar con rigor lo instituyente en el sujeto histórico social, en los vínculos, en los grupos, en las instituciones y en lo social podrá abrirnos nuevos interrogantes y vías de materialización de un viejo sueño: forjar las transformaciones necesarias de las que advenga el Nuevo Hombre.

La Universidad Popular de las Madres instala lo que se supone imposible: articular con coherencia el hacer, el decir, el pensar y el sentir en el ascenso de lo siniestro a lo maravilloso.|

El ECRO de Enrique Pichón Rivière

Luego de dos décadas donde a lo largo de su obra se visualiza la progresiva elaboración de su posición teórica en 1960 E. Pichón Rivière enuncia explícitamente su Esquema Conceptual Referencial y Operativo publicando innumerables artículos en tres volúmenes que se denominan: "Del Psicoanálisis a la Psicología Social" y como subtítulos "La Psiquiatría, una nueva problemática", "El Proceso Grupal" y "El Proceso creador" Mas adelante publicará "Psicología de la vida cotidiana". Y la última producción articulada de su ECRO la hará 1976 en "Conversaciones con Enrique Pichón Rivière" de Vicente Zito Lema.

Tomaremos fundamentalmente ésta, una de sus últimas producciones. Allí, en el Cap. VI E. Pichón Rivière dice: "Defino al ECRO como un conjunto organizado de conceptos generales, teóricos, referidos a un sector de lo real, a un determinado universo de discurso, que permiten una aproximación instrumental al objeto particular (concreto). El método dialéctico fundamenta este ECRO y su particular dialéctica."

Con respecto a su Psicología social sostiene "La psicología social que postulamos tiene como objeto el estudio del desarrollo y transformación de una realidad dialéctica entre formación o estructura social y la fantasía inconsciente del sujeto, asentada sobre sus relaciones de necesidad".

O sea el objeto de su Psicología Social es dar cuenta cómo la estructura social deviene fantasía inconsciente. Indaga sobre los procesos de constitución de la subjetividad a partir de la macroestructura social.

El ECRO pichoniano está conformado por tres grandes campos disciplinares que son las Ciencias Sociales, el Psicoanálisis y la Psicología Social. Estas tres disciplinas constituyen las tres principales apoyaturas de su marco conceptual.

Ello hace a la condición de interdiciplinariedad de su Psicología Social. Toma del Psicoanálisis su concepto de inconsciente, su concepto de deseo que retraduce como necesidad, no en el sentido psicoanalítico sino como esa necesidad que se transforma a partir de la practica social que Marx plantea en "La ideología alemana". El psicoanálisis le permite pensar la eficacia de las identificaciones vinculares inconscientes en la constitución del esquema referencial subjetivo que opera como ese "conjunto de experiencias, conocimientos y afectos con los que el individuo piensa y hace" y que le permite operar en el mundo (que nunca es El mundo sino ese campo, en términos de P. Bourdie o cultura particular en el que está socialmente posicionado). El psicoanálisis también le posibilita una comprensión acabada de las vicisitudes subjetivas en los procesos de cambio.

Las ciencias sociales le aportan esa concepción macro que le permite pensar al sujeto situado y sitiado en una relación instituido - instituyente en la estructura social y la cultura a la que pertenece.

De la Psicología Social toma fundamentalmente las concepciones de George Mead y en relación a los aspectos teórico - técnicos de la dinámica grupal a Kurt Lewin y sus continuadores como Lippit y Wight.

Como todo lo que plantea Pichón Rivière desde su concepción dialéctica este ECRO es un sistema abierto no solamente al dialogo con otras producciones teóricas sino también, abierto a la praxis.

Método dialéctico

Enrique Pichón Rivière adhiere al método dialéctico en su concepción del devenir de la naturaleza, la sociedad y el conocimiento como un proceso contradictorio y de cambios que implican irreversibilidad a través de saltos cualitativos.

Si tenemos en cuenta su concepción del sujeto E. P. Rivière lo concibe no en una relación armónica con su realidad social sino en una permanente relación mutuamente transformante con el mundo. Su "implacable interjuego" implica una inevitable transformación del mundo, fundamentalmente vincular y social, para el logro de sus deseos y propósitos, logro que a su vez tendrá efectos de transformación del sujeto. Esto conlleva a pensar la relación sujeto - mundo como una relación conflictiva y contradictoria.

De allí su valoración de la Praxis. La Praxis es lo que permite a su ECRO permanecer como sistema abierto a progresivas ratificaciones y rectificaciones. La praxis es la que valida el modelo teórico. Sostiene que la praxis es la que permite ajustar el modelo teórico, el esquema conceptual a la realidad. Dice E. Pichón Rivière: la praxis "Introduce la inteligibilidad dialéctica en las relaciones sociales y restablece la coincidencia entre representaciones y realidad"


Concepción del sujeto

Este ECRO pichoniano concibe al sujeto como partiendo de una ineludible condición de sujeto social, en un implacable interjuego entre el hombre y el mundo. E. Pichón Rivière plantea que "El sujeto no es solo un sujeto relacionado, es un sujeto producido. No hay nada en él que no sea la resultante de la interacción entre individuos, grupos y clases".

Esto significa que el sujeto nace con una carencia fundamental que es la ausencia de todo paquete instintivo que lo fije y lo ligue con certeza a su hábitat. Esto hace que el campo simbólico sea el ineludible campo de constitución de la subjetividad.

Berger y Lukmann son dos sociólogos de la corriente del Interaccionismo simbólico que plantean que el hombre ocupa una posición peculiar dentro del reino animal de los mamíferos superiores. El hombre no posee ambiente especifico de su especie, la relación del hombre con su ambiente se caracteriza por su apertura al mundo. Los instintos del hombre si se la compara con la de los mamíferos superiores es subdesarrollada. Sus impulsos son inespecíficos y carentes de dirección.

La subjetividad se constituye entonces en el campo del otro. El otro como ser social esta ineludiblemente en el horizonte de toda experiencia humana. Aquí es fundamental el concepto de vínculo como esa estructura compleja multidimensional que alberga sistemas de pensamientos, afectos y modelos de acción, maneras de pensar, sentir y hacer con el otro que constituyen las primeras apoyaturas del sujeto y las primeras estructuras identificatorias que darán comienzo a la realidad psíquica del infante. No solo la trama vincular que lo alberga es condición de sobrevida de este ser que nace prematuro, incapaz de sobrevivir sin la asistencia del otro social sino que la trama vincular es apoyatura ineludible para la confirmación de nuestra identidad. Sin la presencia del otro se devela la fragilidad sobre la que esta constituido el reconocimiento de la mismidad y la identidad del sujeto. Esto lo conocen bien los que implementan las celdas de castigo que suelen desbastar a sus enemigos a través de la privación de estímulos, sensibles y por ausencia de todo contacto humano. Aislados del mundo tendemos a derrumbarnos.

El sujeto de la Psicología Social de Enrique Pichon Rivière es ese sujeto descentrado, intersubjetivo, que produce en el encuentro o desencuentro con el otro. Producción en una condición de descentrado de sí. (4)

Cuando E. Pichon Rivière piensa al sujeto lo hace en términos de "sistema abierto" (en rigor no hay nada que no sea pensado por él en termino de sistema abierto: el individuo, los grupos, las instituciones, las sociedades, el ECRO). En relación al sujeto se trata de un sistema que no es autónomo en sí mismo, se trata de un sistema incompleto que "hace sistema con el mundo".

Es un sujeto situado y sitiado que está contextualizado. No es una abstracción. Es un sujeto histórico. No se trata de El hombre o La sociedad. Es un sujeto situado y sitiado en el sentido que su subjetividad es configurada en un espacio y un momento histórico social específico que le otorga todo un universo de posibilidades pero le significa a su vez una cierta clausura de las posibilidades de representación simbólica.

Concepto de Vínculo


El ser humano nace en una trama vincular que en el mejor de los casos, se halla aguardando su llegada con un nombre para él y un cúmulo de expectativas y deseos.

Las tramas vinculares humanas son las que sostienen nuestro proceso de socialización, nuestro prolongado proceso de socialización o de endoculturación.(5)

El otro polo del contexto de constitución de esta subjetividad corresponde para Enrique Pichón Rivière al mundo moderno. El mundo moderno se caracteriza por su condición de cambio, por su precariedad de sentido según Cornelius Castoriadis lo que hace que este "magma" de significaciones que constituye el mundo social en determinado momento histórico varíe.

Es en esta sociedad marcada por el cambio que el ser humano debe construir un marco referencial, un "aparato para pensar la realidad" que le permita posicionarse y pertenecer a un campo simbólico propio de su cultura y la subcultura en la que esta inserto.

Este esquema referencial, este "aparato para pensar" nos permite percibir, distinguir, sentir, organizar y operar en la realidad. A partir de un largo proceso de identificaciones con rasgos de las estructuras vinculares en las cuales estamos inmersos construimos, este esquema referencial que nos estabiliza una cierta manera de concebir al mundo que de no ser así, emergería en su condición de desmesura, inabarcabilidad y caos.

La característica de la modernidad es el cambio y con ello la inevitable modificación del marco referencial con el cual percibimos nuestra realidad. Esto hace que Pichón Rivière visualice el sujeto en una permanente interrelación dialéctica con el mundo, única condición para que este sujeto pueda construir una lectura adecuada de su realidad. La perdida de esta interrelación dialéctica hace que el marco referencial, la manera de percibir, discriminar y operar con el mundo se vuelva anacrónica y con ello se pierda la posibilidad de una interrelación mutuamente transformante con el medio. La clausura sobre los propios referentes favorece el deslizamiento de viejos fantasmas sobre las relaciones sociales del presente. La modernidad como momento histórico social hace que sea ineludible para el sujeto, como condición de salud el mantener un marco referencial articulado de manera flexible, permeable y con posibilidades de que sea sostén de su interrelación dialéctica hombre mundo.

En esta sociedad concebida como "magma" de significaciones sociales, E. Pichon Rivière distingue diferentes ámbitos. Los denomina Psicosocial (que corresponde al individuo), Socio dinámico (Grupos) Institucional y Comunitario. Estos ámbitos nos permiten visualizar no solamente los escenarios en los que el proceso de socialización se institucionaliza con el objetivo de producir las subjetividades que la habrán de reproducir sino que nos permiten comprender las distintas lógicas y por lo tanto las distintas metodologías, técnicas y dispositivos de intervención en el momento de operar sobre ellas.

Los ámbitos son concebidos como interdependientes como los grandes mediadores de la macro estructura social, en la constitución de la subjetividad. El vinculo o las tramas vinculares en las cuales el sujeto esta inmerso nunca es un elemento aislado siempre están concebidos como articulación de esos sucesivos ámbitos grupales institucionales y sociales.

Es a partir de estas conceptualizaciones donde aparece E. Pichón Rivière en su condición de genio, anticipando problemáticas en la década del sesenta que solo a partir de los 80 aparecen como hegemónicas en el campo intelectual de las Ciencias Sociales. En los años 60 E. Pichón Rivière planteaba que debemos pensar a la subjetividad en su condición de moderna y a la sociedad como estructura en permanente cambio tendiente a la fragmentación de las significaciones sociales. (6) Por ello plantea que así como necesitamos un esquema conceptual, un sistema de ideas que guíen nuestra acción en el mundo necesitamos que este sistema de ideas, este aparato para pensar opere también como un sistema abierto que permita su modificación. Es la interrelación dialéctica mutuamente transformaste con el medio lo que guiará la ratificación o rectificación del marco referencial subjetivo. Pero E. Pichón Rivière no concibe a las modificaciones del esquema referencial como una renuncia sino como las modificaciones necesarias para una adaptación activa a la realidad y para que ante los cambios en el contexto los deseos y proyectos sigan siendo posibles.

Todo esquema referencial es inevitablemente propio de una cultura en un momento histórico-social determinado. Somos siempre emisarios y emergentes de la sociedad que nos vio nacer. Todo esquema referencial es a la vez producción social y producción individual. Se construye a través de los vínculos humanos y logra a su vez que nos constituyamos en subjetividades que reproducimos y transformamos la sociedad en que vivimos.

La idea de transformación también es un núcleo fuerte de este pensador. No se trata de describir o explicar la realidad sino transformarla. Transformación que implicara también transformarse.

Enrique Pichón Rivière nos sitúa frente al desafío de pensarnos como sujetos signados por el cambio insertos en una sociedad que también se modifica permanentemente y que actualmente ha sido definida como "contexto de turbulencia" (Mario Robirosa). Ello nos obliga a pensar al sujeto y a la sociedad en condiciones de creación y mutabilidad. E. Pichón Rivière rescata así nuestras condiciones de creadores. Porque no concibe ningún sistema como cerrado y producido "para siempre" porque todos los sistemas, el sujeto, los grupos, las instituciones, los marcos teóricos, su ECRO están abiertos a la producción de las innovaciones a las cuales inexorablemente nos va a someter la sociedad desde su condición de modernidad.

Notas

 Enrique Pichón Rivière le agradaba relacionar la causa de emigración de sus padres al "misterio familiar" de su propia familia que fue un secreto hasta sus 6 o 7 años de vida y era el hecho que sus 5 hermanos, eran medios hermanos ya que su padre había enviudado y se había casado con su cuñada, hermana de su esposa fallecida y ella era la ma

 
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Estos escritos no pretenden ser un oráculo o un análisis certero de la realidad de todos. Sepan disculpar algunas generalidades utilizadas como disparador y el escaso vuelo literario. El discurso que van a leer se encuentra cruzado por el psicoanálisis y tiene la pretensión de que el lector solo piense su realidad para involucrarse con ella de manera placentera. También busca transmitir ideas relacionadas con los aspectos clínicos del psicoanálisis y su potencialidad para desanudar síntomas que esclavizan al sujeto inhibiéndolo en su vida cotidiana y por su puesto en el amor. Ps Filippi Gustavo
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